domingo, 14 de junio de 2009

Domingo entre la familia y las urnas

Juan de Sola/Alex Espiño, (Quito, Ecuador).- La tranquilidad de un domingo no difiere, por lo menos en Quito, de muchos otros lugares del mundo donde acostumbran a echar el freno de mano para dedicar un día festivo a la semana a los suyos y a esos asuntos personales tan propios del ámbito familiar.

Pero, el caso de este domingo es excepcional. La casualidad ha querido hacer coincidir esta jornada de asueto con una convocatoria de elecciones a las Juntas Parroquiales en todo el territorio de Ecuador. Es una curiosa manera de buscar representación desde la base social, inexistente en los diferentes sistemas democráticos repartidos por Europa.

Aun así, la campaña electoral ha tenido lugar cumpliendo con todas las reglas necesesarias para captar el voto de los interesados por estos comicios. Al parecer, la experiencia no atrae todavía en exceso al pueblo ecuatoriano a las urnas por un claro desconocimiento de la utilidad de este plebiscito. De esta elección, salen designados, además de los presidentes de las juntas parroquiales, algunos diputados andinos.

Dicen que es necesario un poco más de tiempo para fomentar la fortaleza de este proceso, poco atractivo para los ciudadanos de diferentes rincones de esta tierra sudamericana. "Necesitamos un mayor recorrido para consolidar esta fórmula democrática. Es como todo, la concienciación de sociedad requiere un cierto tiempo", nos confiesan personas que si han cumplido con su deber ciudadano de ejercer el voto.

En las calles, trasiego y los carteles de los candidatos presidiendo el paísaje urbano y rural del territorio ecuatoriano, incluso, en este día de elecciones. Son 700 las opciones presentadas para el dictamen soberano de un pueblo muy pendiente de la política y las acciones de su gobierno. Prueba de ello, acontecía en la mañana del sábado, cuando a bordo de un taxi metropolitano de la ciudad de Quito, la banda sonora era una voz institucional: Rafael Correa, presidente de Ecuador, acostumbra a ofrecer una alocución, cada sábado, desde un medio accesible a todos/as: la radio.

A través de este medio y durante tres horas, de diez de la mañana a una de la tarde, concede la oportunidad al administrado de escuchar como el máximo representante de los ecuatorianos ha trabajado en los últimos días por mejorar la convivencia colectiva; el hecho de haberlo conseguido o no es un aspecto que toque decidir ahora. Para todo hay habilitado un momento concreto.

El nivel de cultura democrática es otra de las características que mide la calidad de una sociedad, en función de sus derechos y libertades. En el caso que nos ocupa, dicha práctica ciudadana se encuentra en un óptimo estado de salud, a pesar de alguna distorsión transnacional que puede cruzar el Atlántico. De hecho, hoy, en Ecuador, la gente sigue votando mientras esta crónica agota sus últimas líneas.
(Fotografía: Miguel Núñez)

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