Juan de Sola/Alex Espiño, (Guayaquil-Ecuador).- La principal infraestructura que une el país ecuatoriano, desde la sierra hasta la costa, transita por la Panamericana. A través de esta vía, se mueven los intereses sociales, comerciales y económicos de un rincón de sudamérica.
Miles y miles de vehículos, livianos (como les llaman aquí a los utilitarios) o pesados, toman la alternativa para dinamizar la cultura e identidad de un Ecuador que pretende no perder el tren del desarrollo, por mínimo que éste sea. A medida que se desciende, a un ritmo de centeneres de metros por decenas de kilómetros recorridos hasta completar los 2880 metros de altitud que separan a la ciudad de Quito de otras realidades del país, ubicadas en la zona de la costa, la niebla se disipa y el paisaje de montaña cede el testigo a la frondosa vegetación 'pseudo tropical'.
Pero la costumbre hace que los habituales usuarios solo piensen en la densidad de tráfico existente como principal preocupación. La conducción, a ojos de las autoridades europeas serían temeraria. Ellos aquí, desde su punto de vista, entonan una dulce frase que hasta se hace simpática al oirla: "Las cosas se hacen así".
La sierra andina se une así con el puerto de Guayaquil, lugar este último del que parten toneladas y toneladas de productos procedentes de las cooperativas que la Fundación MCCH - Maquita tiene distribuidas por todo el territorio del país. A través de las vías marítimas pivota el 50% de la economía del Ecuador.
No obstante, la conexión con los dispersos territorios de cultivo, aunque estratégicamente elegidos como garantía de futuro para la comunidad y su actividad, también contempla los paisajes únicos de la Panamericana como arteria principal del corazón de una sociedad de sociedades que se resiste a padecer cualquier aritmia de desarrollo social y económico.
(Fotografía: Miguel Núñez. Durante el recorrido de descenso, atravesamos una población en los valles andinos donde se fabrica, en el arcen de la Panamericana, un dulce conocido como Melocha).
Acabo de entrar en el blog y ya me he encontrado dos crónicas que me han traslado por unos minutos al lugar en el que os encontrais!! Da gusto leeros Compis!! Forza e Ánimo... y a seguir trabajando y aprendiendo...
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